sábado, 11 de septiembre de 2010

Si camino descalzo
sobre un montón de chinches olorosas
y me lloras los ojos por el olor a ruda
pero no me salen ampollas en los dedos
como cuando camino sobre
un montón de chinches pinchudas,
es un día bueno, de sol. De humedad.


Me gusta pasar la escoba
por el piso de tu casa,
porque cuando voy barriendo
y escucho tus reproches
voy lavando tu cuerpo
de los pelos de la gata
y vas floreciendo
como los ciruelos.

Camino descalzo sobre
una laguna de pelusas
entre correntadas
de aire que me dejan encallado
entre frazadas grises y verdes.