sábado, 30 de julio de 2011

La otra vez, un viernes después de un jueves,
un viernes de lluvia que salpicó a un jueves,
salimos los dos solos a patear las flores
las flores empapadas sobre barros de nidos.

Tu risa como un empedrado de adoquines blancos,
el sol de los jueves y de los sábados,
el lápiz en la vereda de los viernes nublados,
marcando las veces en la lluvia del viernes.

Estamos diluidos, diluidos,
La lluvia, la lluvia nos borró los bordes.

Otra vez se mueven tus dedos con los cables,
mi cuerpo con tus dedos con los cables,
mi vida con tus dedos con tus brazos con tus dientes.
Estamos pisando el barro y los pétalos.

Afuera las sillas, los televisores, las radios,
el miedo a gritos, los dedos encerrados.
Adentro la lluvia, los cables y los dos nosotros,
la memoria de los lunes, los sábados y los martes.

La lluvia, la lluvia nos borró los bordes.
Estamos diluidos, diluidos,

La lluvia nos desnuda hasta los pies,
nos saca el pelo como a los ángeles,
y vos más hermosa todas las veces,
y el sol de nuevo detrás de todos.

Estamos diluidos, divididos,
la lluvia nos borró los bordes.
Estamos diluidos, diluidos,
ahora somos todo.

martes, 5 de julio de 2011

poema para ser leído después de ver APOCALIPSIS NOW

El horror, el horror,
la piel fría de ser amado,
un rostro conocido,
una montaña de brazos amontonados
cerca de un río.
El camino de los votes
deshaciendo lentamente
las paredes del río,
el camino de los votes.

Una montaña de mentiras,
con los dedos de sus manos
hinchados como globos
al pasar unos días de calor.

No hay traición más grave
a los ojos del cielo
que ser jueces con
hachas en las manos.