jueves, 22 de septiembre de 2011

Acá en La Plata cada número es una calle
y cada pedazo de tierra una buen lugar para
ensartarle treinta departamentos.

Se remontan solos en el cielo
los panaderos que fuimos arrancando de
los patios de tierra. Nadie les pone un hilo
para llevarlos a pasear y divertirse.

Acá en La Plata cada calle es una persona
que se estira de punta a punta para llegar a la nada,
y cada adoquín termina siendo un estorbo.

Las hormigas tejen redes en el suelo
Que terminan debajo de las casas.
No hay veneno que alcance para matarlas
Y los caracoles se debilitan por el hambre.

Acá en La Plata cada tipo es un artista
que no escucha a nadie, que crea solo, sin leer,
y se re-con-tra-ca-ga en todos.