Sentada acá, hace mucho que
miro
la ventana se abre como un balazo
en la pared y chorrea agua
fría de la lluvia
Soy sentada acá, miro para
afuera y hace mucho, la verdad,
que no veo llover horizontal.
Pongo los codos en el marco, como Gala,
y es como estar en el mar,
como los choclos en la playa,
los churros.
Me duele cada vez más hondo ver
como se retuercen los fierros de los autos
y los huesos,
alto dolor, cada vez más alto.
Estoy acá, dos ojos sentados,
dos escarabajos que se mueven en el pasto
y se exilian en la calle
para quedar arrinconados en el cordón
hasta que se dan vuelta y se secan.