lunes, 14 de noviembre de 2016

casi dodecaedro

Escondida, entre las informes piedras
llenas de la mugre y la peste
de los días que les suceden,
que se suceden en el mundo
porque alguien incansable le dio rosca
y no puede el  mundo este más ya
parar de girar.

Escondida, entre las toscas informes
que tiempo ha dinamitaron
los obreros en la sierra
y que ahora están ahí,
del otro lado de la puerta blanca que da
al lado norte del patio.

Escondida, debajo o detrás
en el fondo hundida,
perdida o escondida.
Escondida allí o allá,
más del lado del portón y menos
del lado del patio del lado oeste.

Escondida ahí,
entre los cuerpos geométricos que vendrían
a formar las piedras, que son figuras geométricas de tres dimensiones
(largo, ancho y alto),
que ocupan un lugar en el espacio
y en consecuencia tienen un volumen.;
y están compuestos por figuras geométricas.

Escondida ahí, entre los poliedros
irregulares, que tan difícilmente podría describir y calificar
en este poema por su cantidad y por su misma irregularidad
escondida ahí,
como muestra de una claridad pasada
yace blanca una cuerpa redonda cuasi esférica
que dejé para encontrar luego.