nos tropezamos con
la tele
y nos sentamos largo tiempo
a creer que podemos mover
las piezas de lugar, mover los días,
los cuerpos, el hambre.
estamos caídos en esa movida.
mirar el mundo hasta pulverizarlo haciendo nada.
entré a una casa que no se podía cambiar
queriendo cambiarla. no era cuestión
de pintura y cambiar los muebles de lugar.
y había un plasma ahí, que no cambiaba nada.
me sentí en la tierra
me senté en el hambre
y no tuve ni tierra ni hambre.
mirar el mundo hasta pulverizarlo haciendo nada.
“El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.”
a las cinco de la tarde.”
mirar nada.
tocar el mundo hasta pulverizarlo.
“Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde”
a las cinco de la tarde”
tirar la granada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario