viernes, 12 de febrero de 2010

Me pinché un dedo
cosiendo con la proa de un barco
los geranios ribeteados de espuma,
enmendando los jirones retorcidos del lecho.

Como el manto regalado en las bodas
a Tetis y a Peleo,
un trazo de bronce bordado
con un barco bordea la figura de un Teseo.
Teseo y Ariadna no se aman. Ariadna sí
pero a Teseo le chupa un huevo.
Es simple: A esperaba un X
T fue a hacer Y
A quiso que T fuera X
y Teseo usó a A para hacer Y,
y se fue, como quién sale de un supermercado.

8 comentarios:

  1. A es una chichi de blog.
    T
    anito de huesos fuertes,
    sos tan geniaL.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. buenas muchachito. siempre a medias la historia de Teseo. por suerte está Medea, para equilibrar la ecuación de T.
    saludos!

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  4. Todos los hombres somos un poco Teseo y todas las mujeres un poco Ariadna...

    Saludos

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  5. A veces yo también me quedo en las iniciales .~)

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  6. jaja, salvo unO, el resto...

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