Me pinché un dedo
cosiendo con la proa de un barco
los geranios ribeteados de espuma,
enmendando los jirones retorcidos del lecho.
Como el manto regalado en las bodas
a Tetis y a Peleo,
un trazo de bronce bordado
con un barco bordea la figura de un Teseo.
Teseo y Ariadna no se aman. Ariadna sí
pero a Teseo le chupa un huevo.
Es simple: A esperaba un X
T fue a hacer Y
A quiso que T fuera X
y Teseo usó a A para hacer Y,
y se fue, como quién sale de un supermercado.
pobre A
ResponderEliminarA es una chichi de blog.
ResponderEliminarT
anito de huesos fuertes,
sos tan geniaL.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarbuenas muchachito. siempre a medias la historia de Teseo. por suerte está Medea, para equilibrar la ecuación de T.
ResponderEliminarsaludos!
Todos los hombres somos un poco Teseo y todas las mujeres un poco Ariadna...
ResponderEliminarSaludos
w a w
ResponderEliminar*
A veces yo también me quedo en las iniciales .~)
ResponderEliminarjaja, salvo unO, el resto...
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